Javier Biosca, country manager de Viasat en España, ha vivido y trabajado en cuatro países y ha visitado más de treinta. Al comenzar 2021, se trasladó a su país, España, para supervisar el despliegue del servicio de Viasat, que se lanzó allí en 2018. Su vuelta a casa ha sido tan dulce como sorprendente.
“He estado fuera durante muchos años de mi vida, y el traslado a España no entraba realmente en mis planes”, ha afirmado. Sobre el mercado español ha declarado: “Desde el punto de vista profesional, creo que podemos gestionar el negocio mucho mejor teniendo una presencia local, estando cerca del mercado, de nuestros socios y de nuestros clientes”. “Y desde el punto de vista personal, estoy disfrutando mucho de Madrid. Al crecer, no apreciaba necesariamente todo lo que la ciudad podía ofrecer. Ahora estoy en el centro y me encanta”, ha concluido.
Encontrar su “nirvana intelectual”
Nacido en Jerez de la Frontera (suroeste de España), la familia de Biosca se trasladó a Madrid cuando él tenía 6 años. Como estudiante universitario, se especializó en ingeniería de telecomunicaciones en la Universidad Politécnica de Madrid. En su último año, estuvo de intercambio en la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), en Suiza.
La escuela está situada en el Parque de Innovación de la EPFL, un campus de 13 edificios que alberga más de 160 empresas tecnológicas, entre ellas Viasat. La oficina de la empresa en Lausana está especializada en sistemas de antenas. En el parque de innovación, Viasat y las demás empresas de la EPFL -entre ellas Intel, Nestlé y Cisco- comparten el acceso a la investigación de vanguardia, a una amplia red de emprendedores dinámicos y a empresas ya establecidas.
Como estudiante interesado en el electromagnetismo y los sistemas de antenas, Biosca encontró su “nirvana intelectual”. “Lo que Viasat hacía en Lausana me interesaba especialmente, así que supe que quería hacer unas prácticas, y eso es exactamente lo que hice», explica Biosca.
Viasat no buscaba un becario cuando el actual country manager entró en su oficina de Lausana. Pero su currículo de estudiante y su pasión convencieron a los responsables del centro para que lo contratasen. Siguió trabajando allí durante todo su programa de máster, que se completó en la EPFL, lo que supuso una formación inigualable.
“Lo que aprendía estaba directamente relacionado con la experiencia empresarial que estaba adquiriendo”, añade. “Podía aprender por las mañanas y ponerlo en práctica por las tardes en un escenario del mundo real. Y como éramos un equipo pequeño, estuve en contacto directo con muchos aspectos del negocio”. Lo que empezó como unas prácticas de tres meses se convirtió en una carrera que todavía sorprende y desafía a Biosca, que dice al respecto: “Me siento privilegiado por estar en la posición en la que estoy, no hay duda”. Y añade: “A veces me pregunto, ‘¿me veo aquí dentro de 10 años?’ No tengo absolutamente ninguna razón para no querer estar aquí”.
Una solución vital para la pandemia
Uno de sus motivos de permanencia no es otro que poder aportar valor a su país natal. Viasat lanzó su servicio residencial en 2018, utilizando la capacidad del satélite KA-SAT, sobre lo que comenta: “Introdujimos velocidades de 50 megabits y datos ilimitados en España por primera vez entre los proveedores de satélites. Casi se podría considerar una minirrevolución en el mercado”. Y añade: “La demanda procede principalmente de las zonas rurales. Pero nos llegan clientes frustrados por la lentitud del ADSL y la mala calidad del 4G. Pasar de eso a una conexión de 50 megabits es como el día y la noche para ellos”.
Biosca lo supo de primera mano entrevistando a clientes: “Hablé con una mujer que no tenía ninguna alternativa”, ha confesado. “Tenía que conducir una hora cada vez que quería hacer una videollamada con clientes. Para ella, el valor de la banda ancha de alta calidad no tenía que ver con el precio: era lo que le permitía mantener su medio de vida. Es un problema muy real y saber que fuimos capaces de resolverlo es muy satisfactorio”.
La pandemia dio lugar a una nueva serie de problemas y necesidades que no se habían previsto cuando Viasat lanzó su servicio en España. El gobierno español inició un estricto confinamiento de siete semanas a mediados de marzo de 2020, lo que obligó a la gente a permanecer en casa en todo momento. Por eso, Internet se convirtió en un salvavidas durante ese tiempo.
Según Biosca, “Las videollamadas eran la única opción para mantenerse cerca de los amigos y la famili”. “Para algunos de nuestros clientes, tener una conexión fiable a Internet ha sido crucial para mantener su única fuente de ingresos. Y los niños han podido seguir el ritmo de sus clases tareas mientras la escuela estaba cerrada”. Además, añade: “también ha permitido a muchas personas que vivían en la ciudad por motivos de trabajo volver a sus pueblos de origen, más cerca de sus familias”. “Para mí, fue muy conmovedor saber que nuestro servicio les dio libertad para hacerlo”, ha insistido. De este modo, el servicio de Viasat hizo posible prestar servicios de telemedicina a los españoles de zonas rurales durante la pandemia.
Conexiones cruciales
A pesar de lo esencial que ha sido Internet en el último año, la pandemia sólo puso de manifiesto las necesidades de conectividad existentes en el país. De hecho, así lo ha explicado Javier Biosca, al apuntar que “no ha creado nuevos casos de uso; sólo ha revelado lo crucial que es tener una conexión de banda ancha de calidad, independientemente de dónde se viva”. “Hoy nos centramos principalmente en el mercado de la banda ancha residencial. En los próximos años, veremos planes que permitan a los clientes hacer más de lo que ya están haciendo: streaming de vídeo, videollamadas, compras online”.
Sobre el futuro, ha vaticinado: “No sólo conectaremos a los clientes en casa o en la oficina, sino también cuando se desplacen por tierra, mar y aire. Tendremos un conjunto de usuarios más diverso. Es una progresión natural en nuestro objetivo de conectar a todos y a todo, estén donde estén”.
Aunque Biosca forma parte de una plantilla relativamente pequeña en España, está previsto que se amplíe el próximo año, antes del lanzamiento del ViaSat-3. Si bien los datos siempre han mostrado la necesidad de que exista Internet por satélite en España, la propia experiencia de Javier Biosca dibuja una imagen aún más clara.
“Ahora que paso más tiempo en España, me doy cuenta de que todas las personas que conozco tienen relación con alguien con una banda ancha deficiente”, explica. “A pesar de que España se encuentra entre los primeros países de Europa en cuanto a despliegue de fibra, sé de primera mano que todavía hay un gran agujero que llenar en términos de conectividad en la España rural. Estoy orgulloso de que estemos aquí para ayudar a responder a esa necesidad”.