¿Cómo puede afectar el clima a la comunicación vía satélite?

Una creencia común sobre el Internet vía satélite es que la lluvia y la nieve pueden afectar el servicio. Pero, ¿cómo afecta realmente?

Dado que un satélite en el espacio debe comunicarse con terminales de antena en tierra, está claro que cualquier cosa que ocurra entre esos dos puntos tiene la potencia suficiente para interferir en la señal. Las fuertes lluvias y la nieve ciertamente pueden afectar el servicio, aunque el nivel de interrupción puede variar mucho.

 

Por lo general, este tipo de impactos climáticos suelen tener una  duración corta. La lluvia tiene que ser muy intensa y prolongada para que los usuarios del servicio de Viasat noten cualquier interrupción. En el caso de la nieve, nos hemos percatado que si es ligera y seca, incluso si es muy pesada, generalmente no afecta el servicio. La nieve intensa y húmeda puede ser un problema mayor al igual que la lluvia intensa, pero no es algo que ocurra siempre.

 

De forma constante recibimos feedback de nuestros clientes donde aseguran que su servicio ha funcionado bien durante situaciones extremas como puede ser un huracán, incluso mientras otros servicios de Internet por cable o líneas telefónicas han sido eliminados.

 

Abordando el problema

Si bien el clima escapa del control de cualquier persona, Viasat ha avanzado a lo largo de los años para abordar este desvanecimiento o "atenuación" de la señal por lluvia. Podríamos, por ejemplo, aumentar la potencia del satélite, dando a la señal todas las herramientas necesarias para superar una tormenta.

 

Puede parecer una solución simple, pero no es fácil de gestionar. Puede haber una alteración climática entre la antena y el satélite, como se muestra en la ilustración, y este caso es un poco más fácil de abordar. (Una sola antena sirve a una región en particular en tierra, generalmente cerca del usuario final. Esto también demuestra por qué a veces las terminales en tierra pueden experimentar una interrupción incluso si la alteración climática se está produciendo muy lejos).

 

Si observamos el otro lado, donde la señal del satélite está bajando a la Tierra y solo hay algunas áreas con ciertas alteraciones, y que puede hacer que sea más difícil "subir la potencia" en el satélite para esa pequeña zona. La energía es un bien preciado para un satélite alimentado por energía solar, y las sobretensiones prolongadas pueden causar daños.

 

Otras técnicas que empleamos implican aumentar la potencia en el terminal del usuario y modular la señal en sí. Nuevamente, es más fácil hacer este tipo de ajustes cuando se dan situaciones climáticas más grandes y de movimiento más lento que en las situaciones más localizadas.

 

En el caso de su uso en movimiento, donde nuestro servicio se encuentra en un objeto, como puede ser un avión o un barco, estos se mueven fuera de la tormenta con bastante rapidez o vuelan por encima de ella.

 

El desvanecimiento de la señal por lluvia también es variable según la banda de frecuencia que utiliza el satélite. Las bandas de frecuencias más altas tienden a verse más afectadas por la lluvia porque la longitud de onda en sí es cercana en tamaño a las moléculas de agua. Las longitudes de onda más largas son menos susceptibles a desvanecerse con la lluvia, con el compromiso de que no pueden transportar tanta información.


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